Gracias a la gelatina el arroz se podrá desmoldar y cortar como si de una tarta se tratase. Desmoldamos en una fuente como si de un lingote se tratase y entonces ya podremos porcionar el postre en lonchas de uno o dos centímetros. Nos faltaría el remate final que sería el caramelizado, cubrimos la porción del postre con una fina capa de azúcar uniforme y con un soplete la caramelizamos hasta que se forme una fina película de caramelo tostado
Mi nombre es David Sáez Molina y estoy dedicado al mundo de la cocina desde los cinco o seis años, desde los ratos que compartía con mi madre en la cocina de casa y profesionalmente desde los 15 o 16 que echaba una mano en el restaurante familiar. Actualmente vislumbro los 40 desde un horizonte cercano con lo que os…
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